martes, 12 de octubre de 2010

La Pollera

La pollera es entre los vestidos típicos del mundo uno de los más brillantes y selectos.
La pollera tiene sus orígenes en España, fue el vestido de la española del siglo XVI o XVII que vino con su compañero en la conquista del nuevo mundo.







Más sobre la pollera AQUÍ

lunes, 4 de octubre de 2010

La Solapa


En la región de Entre Ríos, Argentina, a la hora de la siesta, todos los niños están quietos en sus casas, a causa de un tipo que lleva a los niños que no se portan bien: la Solapa. Unos dicen que es un hombre muy petiso, orejudo, vestido de blanco, con grandes solapas en su saco y con un gran sombrero que le cubre todo el rostro. Otros dicen que es un águila, una bruja, un duende... Nadie sabe al cierto quién es, pero todos lo temen.

Esta leyenda de la Solapa surgió no solamente para asustar a los niños, sino para protegerlos, porque durante la siesta es el momento en que más ocurre asaltos. Por eso, a la hora de la siesta, ¡cuidado con la Solapa!


Elecciones Presidenciales

Las diez claves de la elección



La mayoría de las encuestas daba ganadora en primera vuelta a Dilma Rousseff, la candidata del Partido de los Trabajadores y del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. No sucedió. También ésa era la percepción de la mayoría de los dirigentes del PT y de los miembros del gobierno, que ahora deberán replantearse la estrategia para la segunda vuelta del 31 de octubre. Y otra de las sorpresas fue el casi 20 por ciento obtenido por la candidata del Partido Verde y ex ministra Marina Silva. Sin embargo, el PT y sus aliados no enfrentan un cuadro desesperante. Lo muestran estos diez elementos de análisis electoral:

1 El Partido de los Trabajadores consiguió una base territorial de la que carecía. Desde el 1º de enero de 2011, cuando asuman junto con quien ocupe la Presidencia de la República, habrá gobernadores del PT en Sergipe, Bahía, Rio Grande do Sul y Acre, y también en el Distrito Federal, Brasilia. Los aliados del PT ganaron, entre otras, las gobernaciones de Rio de Janeiro, Pernambuco, Ceará, Maranhao, Piauí, Mato Grosso, Espirito Santo y Mato Grosso do Sul. Rio y Pernambuco (donde nació Lula) figuran por población entre los principales del país.

2 Por el triunfo en las gobernaciones, el PT y sus aliados, principalmente el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), tendrán mayoría en el Senado. Ampliaron el número en la Cámara de Diputados, aunque los cálculos más finos habrá que hacerlos hoy con los resultados finales y el recuento Estado por Estado.

3 El Partido de los Trabajadores mejoró sus números en el Estado de Sao Paulo pero no triunfó. José Serra, del Partido Socialdemócrata Brasileño, de centroderecha, le ganó a Dilma por 41 a 37. Es un pobre desempeño de Serra, que en el último debate se jactó de su mayor experiencia de gestión y recordó que fue intendente de la capital del Estado y gobernador paulista, cargo que recién dejó este año para convertirse en candidato a presidente. En elecciones para gobernador, cerca de la medianoche de ayer el petista Aloizio Mercadante estuvo a punto de obtener el logro histórico de pasar a segunda vuelta, cosa que nunca había ocurrido. Pero el integrista Gerardo Alckmin, candidato de Serra, superó por décimas el 50 por ciento. Serra fue quien perdió en las dos vueltas de las presidenciales de 2002 contra Lula. Alckmin ocupó el puesto de perdedor en las dos vueltas de 2006.

4 El PT ganó la gobernación en otro de los Estados importantes, Rio Grande do Sul, con uno de sus principales dirigentes de nivel nacional: el ex ministro Tarso Genro, que terminó con una impresionante diferencia de 30 puntos sobre el segundo (un dirigente del PMDB) y de 36 puntos sobre el tercero, del PSDB. También ganó allí Dilma sobre Serra, pero solo por seis puntos. Traccionar parte de los votos de Genro para Dilma es uno de los desafíos nacionales para el ballottage.

5 Rio de Janeiro plantea un problema serio para el PT. Dilma ganó en las presidenciales con el 43,76 por ciento, pero Marina Silva obtuvo nada menos que el 31,52. Un aliado petista, Sergio Cabral, ganó en primera vuelta por un aplastante 66 por ciento de los votos. También aquí debería jugar la tracción, que como en cualquier país del mundo, incluida la Argentina, no es un fenómeno ni sencillo ni automático.

6 Minas Gerais sigue siendo, de los grandes Estados, el más resistente al PT en términos locales, porque se impuso el PSDB de Serra en primera vuelta. Sin embargo, Dilma también ganó en la pelea por la presidencia por una diferencia importante: 47 contra el 31 de Serra. Marina Silva hizo una gran votación, con el 21,26.

7 Dilma obtuvo aproximadamente el mismo porcentaje de votos que Lula en las primeras vueltas de las presidenciales de 2002 (46 por ciento) y 2006 (47 por ciento): casi el 47. Es verdad que en buena medida los votos se deben a la buena situación económica, a la importancia internacional de Brasil, a la justicia social y al propio Lula. Pero Dilma no tiene ni el carisma ni la popularidad de Lula. En febrero de este año, cuando Lula pidió su proclamación como candidata al Cuarto Congreso del PT, su intención de voto era menor que la de Serra y su nivel de conocimiento era bajo.

8 Marina Silva hizo una gran elección, con el 19,4 por ciento de los votos, y dio el batacazo. Ninguna encuesta previó ese resultado. Es posible que la ex ministra de Lula deje en libertad a sus electores, con lo cual una parte podría votar en blanco (y favorecer de hecho a Dilma, porque siempre el primero se beneficia del voto en blanco al aumentar los votos válidos) y otra repartirse entre Dilma y Serra. Si Marina concentró el voto disgustado con el PT al que no le parecía fashion votar a Serra o a candidatos aún más conservadores, habrá que ver en la segunda vuelta cuánto hay de disgusto entusiasta y cuánto de temor al regreso de un presidente ligado a la estagnación de Fernando Henrique Cardoso.

9 El PSDB retrocedió notablemente en gobernaciones y en el Senado. También fue importante el retroceso de varios de los antiguos coroneles (los jefes territoriales) que quedaron borrados en el nordeste.

10 Lula seguirá siendo clave en la construcción de la victoria. No solo hará campaña sino que, según confiaron anoche dirigentes del PT, se ocupará aún más del diseño fino de los días que faltan hasta la segunda vuelta. Tiene, como mínimo, cinco desafíos: seducir a votantes de Marina Silva, mejorar las cifras del PT en Rio y Sao Paulo, lograr que voten los abstencionistas del nordeste (que alcanzaron cifras de hasta un 20 por ciento), convencer a militantes y electores de que no haber ganado en primera vuelta dista de ser una derrota, porque obviamente fue una victoria, y reforzar la percepción de que lo alcanzado socialmente en los últimos ocho años puede perderse en un día.

Fuente original: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/subnotas/154306-49585-2010-10-04.html

viernes, 1 de octubre de 2010

Detrás del golpe en Ecuador


La derecha al ataque contra ALBA



Organizaciones financiadas por USAID y NED piden la renuncia del Presidente Correa en apoyo al golpe de Estado promovido por sectores de la policía ecuatoriana, profundamente penetrada por Estados Unidos.
Un nuevo intento de golpe contra un país de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) atenta contra la integración latinoamericana y el avance de los procesos de revolución democrática. La derecha está al ataque. Su éxito en 2009 en Honduras contra el gobierno de Manuel Zelaya, la llenó de energía, fuerza y confianza para poder arremeter contra los pueblos y gobiernos de revolución en América Latina.
Las elecciones del domingo 26 de septiembre en Venezuela, aunque resultaron victoriosas principalmente para el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), cedieron espacio a las más reaccionarias y peligrosas fuerzas de desestabilización que están al servicio de los intereses imperiales. Estados Unidos logró colocar sus piezas claves en la Asamblea Nacional de Venezuela, dándoles una plataforma para avanzar con sus planes conspirativos para socavar la democracia venezolana.
El día después de las elecciones en Venezuela, la lideresa por la paz en Colombia Piedad Córdaba fue inhabilitada como Senadora de la República de Colombia por la Procuraduría nacional, basándose en acusaciones y evidencias falsas. Pero el ataque contra la Senadora Piedad, simboliza un ataque contra las fuerzas del progreso en Colombia que buscan soluciones verdaderas y pacíficas al conflicto de guerra que han vivido durante más de 60 años.
Y ahora, el jueves, 30 de septiembre, Ecuador amaneció de golpe. Policías insubordinados tomaron varias instalaciones en la capital de Quito, creando caos y pánico en el país. Supuestamente protestaban contra una nueva ley aprobada por la Asamblea Nacional el miércoles, que según ellos recortaba sus beneficios laborales.
El Presidente Rafael Correa, en un intento de resolver la situación, se dirigió a la policía insubordinada, pero fue atacado por objetos contundentes y bombas lagrimógenas, causándole una herida en la pierna y una asfixia por el gas. Fue trasladado al hospital militar en la ciudad de Quito, dónde luego fue secuestrado y mantenido bajo fuerza sin poder salir.
Mientras tanto, movimientos populares tomaron las calles de Quito reclamando la liberación de su Presidente, reelegido democráticamente el año pasado con una inmensa mayoría. Miles de ecuatorianos alzaron su voz en apoyo al Presidente Correa, intentando rescatar su democracia de las manos de fuerzas golpistas que buscaban provocar la salida forzada del gobierno nacional.
Aunque los acontecimientos siguen en pleno desarrollo y el Presidente Correa sigue secuestrado por los policías golpistas, hay factores externos involucrados en este intento de golpe que mueven sus piezas de nuevo.
POLICÍA INFILTRADA 
Según el periodista Jean-Guy Allard, un informe oficial del Ministro de Defensa de Ecuador, Javier Ponce, difundido en octubre 2008 reveló “que diplomáticos estadounidenses se dedicaban a corromper a la policía y las fuerzas armadas”.
El informe afirmó que unidades de la policía “mantienen una dependencia económica informal con Estados Unidos, para el pago de informantes, capacitación, equipamiento y operaciones”.
En respuesta a la información, la embajadora de Estados Unidos en Ecuador, Heather Hodges, declaró “Nosotros trabajamos con el gobierno de Ecuador, con los militares y con la policía para fines muy importantes para la seguridad”, justificando la colaboración. Según Hodges, el trabajo con las fuerzas de seguridad de Ecuador está relacionado con la “lucha contra el narcotráfico”.
LA EMBAJADORA
La embajadora Heather Hodges fue enviada a Ecuador en 2008 por el entonces Presidente George W. Bush. Anteriormente, tuvo una gestión exitosa como embajadora en Moldalvia, país socialista que antes formaba parte de la Unión Soviética. En Moldavia dejó sembrada la pista para una “revolución de colores” que ocurrió, sin éxito, en abril 2009 contra la mayoría elegida del partido comunista en el parlamento.
Hodges estuvo al frente de la Oficina de Asuntos Cubanos, como Subdirectora en 1991, división del Departamento de Estado que se dedica a promover la desestabilización en Cuba. Dos años después fue enviada a Nicaragua para consolidar la gestión de Violeta Chamorro, presidenta seleccionada por Estados Unidos luego de la guerra sucia contra el gobierno Sandista que logró su salida del poder en 1989.
Cuando Bush la envió a Ecuador, era con la intención de sembrar la desestabilización contra Correa, en caso de que el presidente ecuatoriano se negara a subordinarse a la agenda de Washington. Hodges logró incrementar el presupuesto de la USAID y NED para organizaciones sociales y grupos políticos que promueven los intereses de Estados Unidos, incluso en el sector indígena.
Frente a la reelección del Presidente Correa en 2009, basada en la nueva constitución aprobada en 2008 por una mayoría contundente de ecuatorianos y ecuatorianas, la embajada comenzó a fomentar desestabilización.
USAID
Algunos grupos sociales progresistas han expresado su descontento con las políticas del gobierno de Correa. No hay duda de que existen legítimas quejas y reclamos a su gobierno. No todos los grupos u organizaciones que están en contra de las políticas de Correa son agentes imperiales. Pero sí existe un sector dentro de ellos que recibe financiamiento y lineamientos para provocar situaciones de desestabilización en el país, más allá de las expresiónes naturales de crítica u oposición a un gobierno.
En el 2010, el Departamento de Estado aumentó el presupuesto de la USAID en Ecuador a más de 38 millones de dólares. En los últimos años, un total de $5.640.000 en fondos se invirtió en el trabajo de “descentralización” en el país. Uno de los principales ejecutores de los programas de la USAID en Ecuador es la misma empresa que opera con la derecha en Bolivia: Chemonics, Inc. Al mismo tiempo, la NED otorgó un convenio de $125.806 al Centro para la Empresa Privada (CIPE) para promover los tratados de libre comercio, la globalización y la autonomía regional a través de la radio, television y prensa ecuatorianas, junto con el Instituto Ecuatoriano de Economía Política.
Organizaciones en Ecuador como Participación Ciudadana y Pro-justicia han dispuesto de financiamiento de USAID y NED, tanto como miembros y sectores de CODEMPE, Pachakutik, la CONAIE, la Corporación Empresarial Indígena del Ecuador y la Fundación Qellkaj.
Durante los acontecimientos del jueves 30 de septiembre en Ecuador, uno de los grupos con sectores financiados por la USAID y NED, Pachakutik, emitió un comunicado respaldando a la policía golpista, exigiendo la renuncia del Presidente Rafael Correa y responsabilizándolo por los hechos. Incluso, lo acusó de mantener una “actitud dictatorial”:
“PACHAKUTIK PIDE LA RENUNCIA AL PRESIDENTE CORREA Y LLAMA A CONFORMAR UN SOLO FRENTE NACIONAL
Boletín de Prensa 141
El Jefe de Bloque del Movimiento Pachakutik, Cléver Jiménez, ante la grave conmoción política y crisis interna, generada por la actitud dictatorial del Presidente Rafael Correa, al violentar los derechos de los servidores públicos y de la sociedad en su conjunto, convocó al movimiento indígena, movimientos sociales, organizaciones políticas democráticas, a constituir un solo frente nacional para exigir la salida del Presidente Correa, al amparo de lo que establece el Art 130, numeral 2 de la Constitución, que dice: “La Asamblea Nacional podrá destituir al Presidente de la República en los siguientes casos: 2) Por grave crisis política y conmoción interna”.
Jiménez respaldó la lucha de los servidores públicos del país, incluyendo a los policías de tropa que se encuentran movilizados en contra de las políticas autoritarias del régimen que pretende conculcar derechos laborales adquiridos. La situación de los policías y miembros de las Fuerzas Armadas debe ser entendida como una justa acción de servidores públicos, cuyos derechos han sido vulnerados.
Pachakutik está convocando para esta tarde a todas las oganizaciones del movimiento indígena, a los trabajadores, hombres y mujeres democráticos a construir la unidad y preparar nuevas acciones en rechazo al autoritarismo de Correa, en defensa de los derechos y garantías de todos los ecuatorianos.
Responsable de Prensa
BLOQUE PACHAKUTIK”
El guión utilizado en Venezuela y Honduras se repite de nuevo. Intentan responsabilizar al Presidente y al gobierno por el “golpe”, forzando luego su salida del poder. El golpe contra Ecuador es la próxima fase de la agresión permanente contra el ALBA y los movimientos revolucionarios en la región.
El pueblo ecuatoriano se mantiene movilizado en rechazo del intento golpista, mientras las fuerzas progresistas de la región se agrupan para expresar su solidaridad y respaldo al Presidente Correa y su gobierno.


http://www.rebelion.org/noticia.php?id=114032

lunes, 27 de septiembre de 2010

Contrapuntos entre las antiguas civilizaciones de América: Los Mayas, los Incas y los Aztecas.

 Texto de Sabrina      


Para empezar, los Mayas, Los Aztecas y los Incas habitaban diferentes regiones. Mientras los Mayas y los Aztecas habitaron México, los Incas vivían cerca de los Andes en América del Sur. Los Mayas son los más antiguos, vivieron hasta el siglo IX y en esa época su territorio se extendía desde el sur de México hasta Guatemala. En el alrededor del siglo IX hasta el siglo XII, los Mayas empezaron a desparecer y los Aztecas empezaron a crecer. En el siglo XVI, los Aztecas ya dominaban el territorio mexicano y también empezaron a desaparecer después del contacto con los colonizadores españoles. Entre los siglos XIV y XV, los Incas comenzaron a habitar la región de los Andes, desde el norte de Ecuador hasta la región central de Chile. También fue destruida por los españoles.
              Los Mayas no hablaban la misma lengua y sus dialectos eran a veces similares y otras veces muy distintos. Los Aztecas hablaban la lengua nahuatl, que hace parte de un gran grupo de lenguas indígenas. Ya los Incas hablaban el quechua, que hasta hoy se habla en Perú. Los Incas no desarrollaron la propia escritura, pero usaban el quipo para contar y hasta hoy nadie logró descifrarlo. Los Mayas tenían escritura jeroglífica, que son figuras o símbolos que contaban su propia historia. Algo similar era usado por los Aztecas, pero unas figuras representaban ideas y otras, sonidos de sílabas.
Cusco era la capital del Imperio Inca, y Tenochtitlán la mayor ciudad Azteca, que hoy es conocida como Ciudad de México.
              La sociedad Inca era dividida en nobleza y pueblo. La nobleza organizaba el imperio, guerreros, sacerdotes o caciques, eran privilegiados y vivían con lujos, mientras el pueblo no los tenía y eran encargados de realizar todos los trabajos necesarios para mantenerse a ellos mismos y a los nobles. Las clases mayas eran el clero, los artesanos, los guerreros, los campesinos, los comerciantes y la nobleza y ninguna tenía más privilegios que otra. Los Aztecas no tenían clases sociales remarcadas, así que un sacerdote podría ser de familia noble o de familias humildes, artesanos, campesinos libres, siervos y esclavos. Pero deberían esforzarse para lograrlo.

lunes, 13 de septiembre de 2010

LA GASTRONOMÍA HISPANOAMERICANA


La tortilla de patatas (tortilla española) algo más que un delicioso y nutritivo plato, representa la historia de España y los pueblos de América

La tortilla de patatas, tortilla española o tortilla de papas, es un plato a base de huevos y patatas. El nombre viene por su forma de torta o tortilla. Existen variantes de esta tortilla que la hacen acompañar de otros ingredientes.

Papas medianas, 3

Cebolla, 1

Huevos, 5

Aceite, 1 taza

Manteca, 100 g

Perejil picado, 3 cucharadas.

Sal y pimienta, a gusto


Preparación

- Pelar las papas, cortarlas al medio a lo largo y luego en medias rodajas muy finas.

- Pelar y cortar la cebolla de la misma forma aunque un poquito más gruesas.

- Calentar en una sartén el aceite, incorporarle la manteca, y cuando esta esté derretida incorporar las papas y las cebollas.

- Dejar cocinar a fuego entre mínimo y mediano.

- Cuando las papas estén bien cocidas retirar con una espumadera.

- Romper los huevos, colocar el contenido dentro de un bol y mezclarlos hasta que queden homogéneos.

- Incorporar las papas y cebollas a la mezcla de huevos, condimentar con sal pimienta y perejil.

- Mezclar bien.

- Calentar una sartén (preferentemente antiadherente) ponerle un par de cucharadas de aceite dejar calentar bien y echarle la mezcla para la tortilla.

- En cuanto coagule la parte inferior bajar el fuego.

- Cuando la parte inferior de la tortilla de papas esté dorada y el interior algo cocido, dar vuelta.

- Dorar la otra cara de la tortilla, retirar y servir.


Se puede comer fría, tibia o caliente, como entrada o cortadita en cubos como parte de una picada.





Flan






El Flan es un postre latino favorito desde Puerto Rico hasta Costa Rica y más allá.
Las recetas de Flan se pueden utilizar para cualquier ocasión. Esta suave y deliciosa versión, es perfecta para fiestas o simplemente como una forma de terminar una gran cena.


Ingredientes

Flan:
1 lata de 13.5 onzas (aproximadamente 380 gramas) de leche de coco
2 tazas de crema de leche
6 huevos grandes
1/2 taza de azúcar
1 1/2 cucharadas de extracto de vainilla
Una pizca de sal

Caramelo:
1/3 taza de agua
1 taza de azúcar
1/2 cucharadita de jugo de limón


Instrucciones

Flan:
Caliente el horno a 350° F (aproximadamente 180° C).

En un sartén a fuego medio caliente la leche de coco y la crema de leche. Antes de que hierva remueva el sartén del fuego. Hierva 3 cuartos de agua.

En un recipiente hondo, bata los huevos, el azúcar, la vainilla y la sal. Agregue la mezcla de leche de coco y crema de leche tibia con el resto y bata. Vierta el flan en el molde de hornear. Cuando la mezcla esté cremosa, vierta a través de un colador de agujeros finos.

Coloque el molde en un recipiente de hornear más grande. Añada agua caliente hasta la mitad del recipiente más grande. Cubra con papel aluminio y hornee a "baño de María" por alrededor de 1-1/4 hora si es un molde entero o 30 minutos si son recipientes individuales, hasta cuajar. Inserte un cuchillo en el centro del flan, si sale limpio, retire del horno.

Retire el molde del recipiente y deje enfriar. Refrigere bien, durante varias horas o durante toda la noche.

Separe el flan del molde pasando un cuchillo por los extremos del molde. Invierta el molde sobre un plato de servir.


Caramelo:
En una cacerola, combine el agua, el azúcar y jugo de limón a fuego moderado. Mezcle hasta que el azúcar se disuelva. Hierva, sin mezclar, hasta que el almíbar quede a punto de caramelo. Inmediatamente vierta el almíbar en un molde de hornear de 1 cuarto y medio, cubriendo el fondo y parte de los lados.



CHOCOLATE CON CHURROS
Desayunar con churros es una de las tradiciones gastronómicas más antiguas, tanto se acompañen con un espeso y sabroso chocolate a la taza, o bien de un café con leche. Es una tradición que empezó en Galícia y hoy día, en muchas familias de toda España y varios de los paises hispánicos, sigue la tradición de tomarse el chocolate con churros el día 1 de enero, después de acabar el año. Aunque para tomarse un chocolatito con churros, no hacen falta días especiales.

Ingredientes:

Para los churros.
■1 taza de agua.
■1/2 taza de mantequilla.
■1/4 de cucharadita de sal.
■3 huevos.
■1 taza de harina de trigo todo uso.
■Aceite vegetal para freír.
■Azúcar en polvo para decorar.

Salsa de chocolate.
■1 cucharada de harina de maíz.
■2 tazas de leche entera.
■1/2 taza de chocolate semi-dulce.
■1/4 de taza de azúcar.

Preparación: En una olla pon el agua y la mantequilla a fuego medio y deja que derrita. Cuando esté hirviendo agrega toda la harina de golpe y con una cuchara de madera bate con fuerza hasta que se haga una masa. Cocina por un minuto mientras sigues mezclando. Luego transfiere a la taza de un batidor eléctrico o a un envase si lo harás a mano y añade uno a uno los huevos. Espera que se unan bien por separado para añadir el próximo. Mezcla hasta que se haga una masa suave y pierda el exceso de humedad.
Pon la mezcla en una manga pastelera con boquilla de estrella, pero si no tienes puedes tomar una bolsa de plástico resistente o una de cierre mágico y abres un hueco en un extremo y haces los churros directamente encima del aceite bien caliente. Cocina por cada lado hasta que estén dorados. Puedes hacerlos del tamaño que desees. Saca y pon de inmediato en azúcar en polvo para que se pegue.
Para hacer la sala unimos la leche y la harina de maíz y pon esto en una olla con el chocolate y el azúcar. Cocina a fuego bajo, mezclando cada tanto y deja que derrita.
Al hervir no te separes de la olla, mezcla constantemente hasta que esté espeso. Sirve caliente con los churros.


GUACAMOLE (MÉXICO)






El guacamole (guacamol en Centroamérica y Cuba) es una salsa originaria de Mesoamérica, preparada a base de aguacate o palta.
El nombre guacamole proviene del náhuatl "Ahuacamolli" traducido al español, que se compone de las palabras "Ahuacatl" (aguacate) + "molli" (mole o salsa).
Según algunas fuentes modernas en la mitología prehispánica se dice que el señor Quetzalcóatl dio la receta del ahuacamolli (Guacamole) a los Toltecas, y de ahí se extendió por el territorio mesoamericano. En la versión más aceptada el guacamole es de origen colonial y se basa en una salsa de aguacate (también conocido como avocado o palta), tomate y chiles que se preparaba por trituración enmolcajetes.
La palabra "guacamole" también significa revoltura o mezcla.


Ingredientes:
  • 2 aguacates maduros
  • 2 tomates sin piel y sin semillas
  • 1 diente de ajo
  • 1 cebolla
  • Ají sin semillas
  • Jugo de 1 ó 2 limones
  • Cilantro
  • Sal a gusto

Preparo:
  • Abrir los agucates y sacar el carozo
  • Con un tenedor, machacarlo
  • Corte los tomates, la cebolla, el diente de ajo y el ají en pedazos bien pequeños
  • Juntar todo y machacar hasta que se convierta en una crema
  • Teperar con sal, limón y cilantro a gusto.



lunes, 30 de agosto de 2010

HORARIO ELECTORAL

Brasil y Venezuela, dos procesos electorales cruciales para este otoño


Traducido para Rebelión por Ricardo García Pérez

IntroducciónEn América Latina se celebrarán este otoño dos procesos electorales que tendrán una relevancia decisiva para la dirección que adopte la política económica y exterior en la próxima década.
Las elecciones legislativas venezolanas del 26 de septiembre determinarán si el Presidente Chávez es capaz de obtener la mayoría de dos tercios necesaria para continuar con su programa socialista democrático sin padecer los bloqueos continuos en la tramitación impuestos por una derecha cada vez más dura.
Brasil, la economía industrial y exportadora de productos agrarios más poderosa y dinámica de la región, afronta sus elecciones presidenciales el 3 de octubre.
En ambos países, el electorado está muy polarizado, si bien en Brasil no se estructura en torno al eje socialismo-capitalismo.
En Venezuela, la derecha pretende frenar nuevos procesos de nacionalización de industrias estratégicas, fomentar la desestabilización promoviendo la desobediencia y el sabotaje de las iniciativas políticas de base de las comunidades locales e imponer restricciones al gasto presupuestario en programas sociales e inversiones públicas. El objetivo estratégico de la derecha es incrementar la penetración institucional del Ejército, los servicios de inteligencia y las agencias de «ayuda» estadounidenses con el fin de debilitar las iniciativas de política exterior independiente del Presidente Chávez y presionar a su gobierno para que haga concesiones a la Casa Blanca, sobre todo debilitando su apoyo a Irán, Palestina y, lo más importante, las organizaciones político-económicas latinoamericanas independientes que excluyen a Washington (MERCOSUR, ALBA y UNASUR).
Elecciones presidenciales: Brasil
En Brasil, las elecciones presidenciales enfrentan a la candidata del Partido de los Trabajadores, Dilma Rousseff, respaldada por el saliente Presidente Lula Da Silva, contra el antiguo gobernador del estado de Sao Paulo y abanderado del Partido Socialdemócrata Brasileño, José Serra. Las etiquetas del partido son irrelevantes, pues ambos candidatos han fomentado y están proponiendo continuar con políticas de desarrollo agro-minerales de libre comercio impulsadas por las exportaciones, y ambos encuentran respaldo entre las élites empresariales y financieras. Pese a sus vínculos con las élites empresariales y evitando toda clase de transformación radical (o siquiera moderada) de un sistema de distribución de riqueza y propiedad de las tierras enormemente desigual, hay diferencias esenciales que afectarán al resultado: (1) el equilibrio de fuerzas en el continente americano, (2) la capacidad de los movimientos sociales brasileños de articular sus demandas con libertad, (3) el futuro de los regímenes de centro-izquierda de los países vecinos (sobre todo, Bolivia, Venezuela y Argentina), y (4) los consorcios de capital público y privado para los campos petrolíferos inmensos recién descubiertos frente a sus costas.
Serra desplazará la política exterior de Brasil hacia una mayor adaptación a Estados Unidos, debilitando o rompiendo los lazos con Irán y reduciendo, o incluso eliminando, los programas de inversiones conjuntas con Venezuela y Bolivia. Sin embargo, Serra no modificará las políticas comerciales e inversionistas en el exterior en lo que se refiere a Asia. Serra proseguirá con las políticas de libre comercio de Lula con la intención de diversificar mercados (salvo donde Estados Unidos define «amenazas» geopolíticas o intereses militares) y promover las exportaciones de los sectores agrario y energético-minero. Mantendrá la política de Lula de superávit presupuestario y ajuste fiscal y de rentas. Es probable que las políticas sociales de Serra profundicen y ensanchen los recortes de las pensiones públicas y continúen con su criterio de restricción salarial, al tiempo que reducen el gasto público especialmente en educación, sanidad y lucha contra la pobreza. En ese ámbito fundamental que es la explotación de los nuevos yacimientos de gas y petróleo inmensos, Serra reducirá el papel del Estado (y su participación en los ingresos, los beneficios y la propiedad) en beneficio de las empresas petrolíferas privadas del extranjero. Es menos probable que Serra fomente la concertación con los dirigentes sindicales y que recurra a una mayor represión «legal» de las huelgas y a la criminalización de los movimientos sociales rurales, sobre todo los de ocupación de tierras del Movimiento de los Sin Tierra (MST). En el ámbito de la diplomacia, Serra se aproximará más a Estados Unidos y a sus políticas militaristas, sin mostrar apoyo manifiesto a la intervención militar directa. Una señal de que Serra suscribe el programa de Washington fue calificar al gobierno reformista de Bolivia de «narco-estado», haciéndose eco de la retórica de Hilary Clinton, en marcado contraste con los vínculos amistosos entre ambos países durante el mandato de Lula. Sin duda, Serra rechazará toda iniciativa diplomática independiente que entre en conflicto con las aspiraciones militares estadounidenses. La campaña de Rousseff, en esencia, promete mantener las políticas económicas y diplomáticas de Lula, incluyendo la propiedad pública mayoritaria de los nuevos yacimientos de petróleo y gas, el desarrollo de programas de lucha contra la pobreza y cierto margen de tolerancia (aunque no respaldo) a movimientos sociales como el MST o los sindicatos.
Dicho de otro modo: las alternativas son dar un paso atrás para regresar a las políticas represivas y conformistas de la década de 1990, o mantener el statu quo del libre mercado, la política exterior independiente, los programas de lucha contra la pobreza y una mayor integración en América Latina.
Si gana Serra, el equilibrio de fuerzas en América Latina se desplazará hacia la derecha y, con ello, se reafirmará la influencia y capacidad de acción estadounidense en todos los vecinos de centro-izquierda de Brasil. Serra seguirá en buena medida los pasos de Lula en política interior, administrando programas de lucha contra la pobreza a través de sus funcionarios, toda vez que garantice que el apoyo de los movimientos sociales a Lula se debilita. Ante unas opciones tan limitadas, las principales asociaciones empresariales de Sao Paulo respaldan a Serra (aunque determinados personajes del mundo de los negocios apoyan a ambos candidatos), mientras que los sindicatos principales están en la órbita de Rousseff; los movimientos sociales como el MST, que se sintieron traicionados cuando Lula incumplió su promesa de reforma agraria, hacen campaña «contra Serra», con lo que apoyan indirectamente a Rousseff. El dicho según el cual «América Latina va hacia donde va Brasil» tiene algo más que una pizca de verdad, sobre todo si analizamos el futuro y las perspectivas económicas de mayor integración para América Latina.
Elecciones legislativas: Venezuela
La Venezuela de Chávez es la clave para las perspectivas de cambio social progresista en América Latina. El gobierno socialista democrático apoya a los regímenes reformistas de América Latina y el Caribe, y con su gasto público ha consolidado avances pioneros en el ámbito de la salud, la educación y los subsidios alimentarios para el 60 por ciento de los sectores más pobres de la población.
Pese a la inmensa popularidad de Chávez durante toda la década y a los innovadores programas de redistribución y cambios estructurales progresistas, hay un riesgo evidente e inminente de que la derecha realice progresos significativos en las elecciones legislativas venideras.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) encabezado por el Presidente Chávez tiene en su haber seis años de una tasa de crecimiento elevada, un aumento de la renta y un descenso del desempleo. En su contra juegan los 18 meses de recesión en curso, una tasa de inflación y criminalidad muy altas y unas restricciones presupuestarias que limitan la implantación de programas nuevos.
Según los documentos de la agencia oficial de ayuda exterior estadounidense, en la precampaña electoral venezolana Washington ha depositado más de 50 millones de dólares en las arcas de una oposición controlada por los «frentes» políticos y de ONG que fomentan los intereses estadounidenses, centrándose en la unificación de facciones opositoras enfrentadas, subvencionando al 70 por ciento de los medios de comunicación privados y financiando a organizaciones comunitarias controladas por la oposición en los barrios de clase media y baja. A diferencia de Estados Unidos, Venezuela no exige que los destinatarios de fondos del exterior que actúan en nombre de una potencia extranjera se den de alta como agentes extranjeros. La campaña de la derecha se centra en la corrupción gubernamental y el tráfico de drogas, una orientación inspirada por la Casa Blanca y The New York Times, que se olvidan de señalar que el Fiscal General de Venezuela ha anunciado la apertura de procesos judiciales contra 2.700 casos de corrupción y 17.000 casos de tráfico de drogas. La oposición y The Washington Post indican que el sistema de distribución estatal (PDVAL) no consigue dar cauce adecuado a varios miles de toneladas de alimento, lo que hace que se estropeen y acaben en la basura, pero no cuentan que tres antiguos directores están en la cárcel y que el ministerio de alimentación suministra en el país un tercio de alimentos básicos para el consumo a unos precios que llegan a ser un 50 por ciento más bajos que en los supermercados privados.
Sin duda, la derecha realizará progresos significativos en las elecciones legislativas, sencillamente porque parten de una situación inicial baja, su suelo, puesto que boicotearon las últimas elecciones. No es probable que su campaña contra la corrupción arrolle a la mayoría que apoya a Chávez, puesto que su anterior abanderado, el ex Presidente Carlos Andrés Pérez, fue condenado por un fraude de miles de millones de dólares y por apropiación indebida de fondos públicos. Los gobernadores y alcaldes opositores también han sido acusados de fraude y malversación de fondos y se refugian en Miami. Sin embargo, aunque la mayoría de los votantes considera que Chávez es honrado y está limpio, no se puede decir lo mismo de algunos cargos públicos de su gobierno. La pregunta es si los votantes van a reelegirlos a pesar de sus antecedentes con el fin de apoyar a Chávez, o si se van a abstener. La abstención nacida del desencanto, y no de un giro electoral a la derecha, es la mayor amenaza para una victoria decisiva del PSUV.
En la carrera hacia las elecciones legislativas, el PSUV celebró unas primarias en las que muchos consejos comunales eligieron a candidatos locales y populares frente a los escogidos por los sectores oficialistas. Será revelador ver si los candidatos de la base obtienen mejores resultados que los escogidos «desde arriba». Una victoria de los primeros fortalecerá los sectores socialistas del PSUV en contraposición a los moderados.
El proceso electoral está muy polarizado siguiendo demarcaciones de clase social, según las cuales la mayoría de las clases más bajas respaldan al PSUV y las clases medias y altas apoyan casi uniformemente a la derecha. Sin embargo, hay un sector significativo entre los más pobres y los sindicatos que está indeciso y no muy motivado para votar. Tal vez decidan el resultado final en distritos electorales esenciales, y allí es donde la campaña se recrudece. Para la victoria electoral del PSUV es clave si los sindicatos, los comités de las fábricas gestionadas por los trabajadores y los consejos comunales van a hacer un esfuerzo importante para aplacar a los votantes más reticentes y que voten a candidatos izquierdistas. Hasta los sindicalistas militantes y las organizaciones de base de trabajadores se han centrado visiblemente en disculpar (asuntos salariales) «locales» o «economicistas» o en ignorar las cuestiones políticas más generales. Su voto y su actividad como líderes de opinión encargados de mostrar «la panorámica global» son fundamentales para vencer la inercia política e, incluso, el desencanto hacia algunos candidatos del PSUV.
Conclusión:
Las próximas elecciones de Brasil y Venezuela ejercerán un impacto decisivo en la política, la política económica y las relaciones de América Latina con Estados Unidos durante toda la segunda década de este siglo. Si Brasil «gira a la derecha», fortalecerá inconmensurablemente la influencia estadounidense en la región y acallará una voz independiente. Aun cuando ningún candidato dará ningún gran paso adelante hacia una mayor justicia social, si resulta elegido la candidata preferida por Lula, Dilma Rousseff, supondrá un avance en el camino hacia una mayor integración latinoamericana y una política económica y exterior relativamente independientes. Salir elegida no abrirá la puerta a ningún cambio estructural de grandes consecuencias.
Una victoria de los socialistas venezolanos reforzará la determinación de Chávez y su capacidad para proseguir con sus políticas de bienestar social, contra el imperialismo y de apoyo a la integración. La actitud firme de Chávez oponiéndose a la militarización estadounidense, incluido el golpe de Estado de Honduras y las bases militares estadounidenses en Colombia, animan a los regímenes de centro-izquierda a adoptar una actitud moderada, pero fundamentada, en contra de la militarización. Las reformas socialistas de Chávez en Venezuela ejercen presión para que los regímenes de centro-izquierda introduzcan medidas legislativas de reforma social y fomenten los programas de lucha contra la pobreza y de creación de consorcios público-privados, en lugar de seguir las medidas neoliberales de la derecha proestadounidense más dura. En Brasil, la cuestión es votar por el mal menor, mientras que en Venezuela se trata de votar por el bien mayor.
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